El cambio climático provocado por la actividad humana, además de otros factores naturales, es una realidad. El incremento de algunos cuantos grados en la temperatura trae consigo la necesidad de hacer un uso más racional de la energía proveniente de fuentes fósiles. De esta misma manera, el agua es un recurso cada vez más finito y difícil de conseguir y hay mucho que podemos hacer al respecto, como mejorar su consumo, evitando fugas, desperdicios, dejando de usar procesos no amigables que contribuyen a su contaminación y fomentando su reutilización a través de procesos de tratamiento de agua en áreas específicas de consumo.
Para el sector de la hospitalidad, que incluye hoteles, clubs y restaurantes, este aspecto cobra especial importancia al ser uno de los más golpeados por la pandemia; no solamente por la reducción drástica de quienes viajan por placer, sino también de quienes tienen que hacerlo por razones de negocio.
Hace unos años, la eficiencia energética en las grandes cadenas hoteleras estaba a cargo de los responsables de mantenimiento. Hoy este tema ha cobrado tal relevancia que es un asunto en el que participa la Dirección General, e, incluso, los consejos de administración. Y la razón es relativamente sencilla: detrás de estas organizaciones hay grupos de inversionistas que financian proyectos que incluyen en sus ejes de negocio los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), por lo que no se trata de recortar costos, sino de atraer capitales y financiamiento a partir de la implementación de políticas “verdes”.
Cuando una cadena hotelera cuenta con programas de eficiencia energética, un factor que se toma en cuenta, al momento de comercializar sus espacios a través de agencias o de manera directa es que, sus políticas ambientales sean acordes con la realidad actual. De ahí que se ofrezca a los viajeros este tipo de establecimientos.
Además, los gobiernos de varios países ya están implementando leyes que obligan a que se mejore el consumo de energía y se ahorre agua, además de establecer programas de apoyo para que se trabaje de manera conjunta con las organizaciones privadas y cumplir con los objetivos de descarbonización en cada sector del país.
Modelo de negocio
Para Minsait, una compañía de Indra, apoyar a las empresas para lograr la eficiencia energética va más allá de la implementación de soluciones tecnológicas; también es parte de su propia filosofía empresarial al contar con un programa de sustentabilidad para contribuir a salir de la crisis climática a escala internacional.
De este modo, busca avanzar en la Agenda 2030 de la llamada economía verde y afianzarse como socio tecnológico de sus clientes para ayudarles a que sus operaciones sean cada vez más amigables con el medio ambiente.
Este último aspecto se logra a través de la tecnología, un amplio conocimiento de los procesos del cliente y consultoría, que Minsait ofrece con monitorización de parámetros ambientales y de consumos de agua, gas, hidrocarburos y electricidad, así como con la detección de puntos de pérdida, optimización de consumos, cambio de los procesos más demandantes de energía, inteligencia de ocupación de espacios, manejo de residuos, control en el tratamiento de agua, sistemas inteligentes de control de temperatura y certificación de edificios, entre otros.
Mediante esta propuesta de negocio, Minsait logra la eficiencia en la cadena de suministro de energía al migrar a un nuevo modelo distribuido para, por ejemplo, incentivar el ahorro de agua. Su solución Onesait Oblisys, orientada a la eficiencia operativa de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, permite la integración vertical de algoritmos, dando respuesta a los requisitos de eficiencia energética y gestión del agua a través de un control dinámico con inteligencia artificial y machine learning en cada punto de suministro.
El manejo inteligente de la energía (Energy Management) es de vital importancia para la reducción de consumos, disminuyendo los costos de la operación y los índices de CO2 que son producto de la misma operación y que se liberan al medio ambiente. Para ello, soluciones como Onesait Efficiency de Minsait permiten identificar consumos innecesarios, desperdicios de energía por desconocimiento, demanda de potencia excesiva, o equipamiento en mal estado (mantenimientos predictivos) a través del conocimiento de los tarifarios por horarios (de CFE), y así hacer cambios que permitan usar las tarifas más convenientes, cambios de hábitos de consumo, etc. lo que facilita la generación de eficiencias significativas en los clientes.
Para cumplir con los requisitos de la Comisión Reguladora de la Energía (CRE), la cadena de valor cumple altos estándares de seguridad que protegen la información, generan informes personalizados de los centros de carga, o brindan un repositorio de datos en la nube para la gestión de activos, estudios de protecciones, corto circuito y monitorización en tiempo real, así como planes de remediación para detectar el incumplimiento de la normativa.
En conclusión, lograr la eficiencia energética no es solamente un tema de ganancias económicas; en el contexto actual, es un asunto de sobrevivencia.