Digital Identity

Gestión de identidades digitales, acceso reforzado a la información empresarial crítica

Un factor de éxito de las empresas es saber cómo aprovechar la información sobre el negocio y extraer insights valiosos para promover el crecimiento, la innovación y la competencia en el mercado. Y saber con certeza quién debe tener acceso a esa información, cómo llega a ella y cómo la utiliza es hoy primordial para asegurarse de que no caiga en las manos equivocadas.

Una tarea de esta naturaleza requiere de una amplia colaboración de los equipos de seguridad, los líderes de las unidades de negocio y los usuarios que utilizan los datos albergados en los sistemas empresariales. Debido a la criticidad de una estrategia de seguridad, esta debe sumar la gestión de identidades para asignar los niveles de acceso a cada individuo, y acotar los tipos de datos que puede tocar para hacer su trabajo. 

El manejo efectivo de estas personalidades digitales se apoya en un marco denominado gestión de identidades y accesos (IAM, por sus siglas en inglés), el cual está conformado por procesos, políticas y tecnologías, y que pone en mano de los directores de TI el control de acceso a información crítica de las empresas.

Con el propósito de almacenar con seguridad los datos de identidades y sus respectivos perfiles, además de las funciones de gobierno de datos para garantizar que únicamente los necesarios y relevantes sean los que se comparten, IAM utiliza mecanismos específicos, como sistemas de inicio de sesión único, autenticación de doble factor, autenticación de factor múltiple y gestión de accesos privilegiados. 

Automatización, el nombre del juego

Específicamente, la gestión de identidades y accesos se encarga de establecer la manera en que los individuos se identifican en un sistema, cómo se identifican los roles en él y cómo estos se asignan a las personas, los niveles de acceso para uno o más individuos, los cambios en sus roles dentro de un sistema, y, por supuesto, proteger los datos sensibles.

Lo anterior cobra mayor relevancia a medida que aumenta la presión regulatoria y organizacional para proteger el acceso a los recursos corporativos. Organizaciones financieras, minoristas, proveedores de servicios de telecomunicaciones, organismos de salud, entre muchos otros, deben cumplir con un número cada vez mayor de requerimientos.

Por tanto, no pueden depender de procesos manuales o propensos a errores para asignar y supervisar los privilegios que se otorgan a los usuarios. En este sentido, IAM ayuda a automatizar estas actividades y controlar el acceso y auditar cada uno de los recursos corporativos, ya sea que se encuentren dentro de la empresa o en la nube. 

Ahora bien, antes de implementar un marco como IAM, las organizaciones deben hacer un trabajo exhaustivo para identificar quién estará a cargo de liderar el desarrollo, establecimiento y aplicación de las políticas de identidad y acceso. No es una responsabilidad única del área de TI pues IAM tiene una influencia en cada departamento y tipo de usuario, ya sea empleados, contratistas, clientes, proveedores o socios. El equipo de IAM tendrá que estar integrado por distintas funciones.

Asimismo, tener un inventario de las aplicaciones, servicios, componentes y otros ítems que utilizarán los usuarios es elemental. Esto ayudará a tener un panorama claro del uso y servirá para seleccionar las funcionalidades necesarias de un producto o servicio de IAM. 

Por otro lado, brindará un panorama del entorno de una organización, como las aplicaciones que viven en la nube y localmente, y cómo se interrelacionan. 

Mejor gestión de identidades

La gestión de identidades tiene el potencial de ofrecer beneficios únicos a las organizaciones. A través de marcos como IAM y a gestión de acceso mediante privilegios (PAM), las organizaciones pueden otorgar los privilegios de acceso de acuerdo con las políticas establecidas, y autenticar, autorizar y auditar a todos sus colaboradores y servicios. 

Las empresas que gestionan adecuadamente las identidades logran un mayor nivel de control del acceso, lo que reduce considerablemente el riesgo de sufrir brechas de datos provenientes tanto del interior como del exterior. 

La automatización es el sello de los sistemas IAM, lo que permite que las organizaciones operen manera más ágil al reducir el esfuerzo, el tiempo y el dinero necesarios para gestionar manualmente el acceso a sus redes y sistemas. Ahora bien, en términos de seguridad, el uso del marco IAM puede hacer aún más sencillo aplicar las políticas enfocadas a la autenticación, validación y privilegios de los usuarios.

Finalmente, y no menos importante,  la gestión de identidades digitales contribuirá al cumplimiento de las regulaciones vigentes donde operan los negocios al permitirles demostrar que no se está haciendo un mal uso de la información corporativa y que trabajan permanentemente para protegerla de los riesgos potenciales a los que está expuesta. 

 

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