Las tecnologías de la información han creado una brecha digital en términos generacionales. Expertos en distintas áreas como Alvin Toffler (sociología y futurología) y Noam Chomsky (filosofía y lingüística) han observado este distancia digital desde hace algunas décadas. La brecha digital se refiere a la disparidad en el acceso y la utilización de las tecnologías de la información entre diferentes grupos sociales, económicos y geográficos.
El desarrollo de plataformas más intuitivas ha provocado que la brecha digital se haya reducido en las últimas décadas, pero todavía hay importantes diferencias en la forma en que diferentes grupos de la sociedad acceden y utilizan la tecnología. Por ejemplo, las personas mayores, aquellas con discapacidades y la población de bajos ingresos a menudo tienen menos acceso a la tecnología y menos habilidades para utilizarla, sobre todo si los comparamos con los jóvenes y las personas de mayores ingresos.
Es relativamente común (y visto como normal) que las personas de mayor edad tengan menos dependencia de las herramientas tecnológicas, como computadoras, teléfonos inteligentes de última generación e incluso plataformas como redes sociales. Por lo tanto, la cantidad de tiempo que dedican a navegar por internet, o la cantidad de transacciones comerciales que realizan en línea es menor comparado con la población más joven.
Definitivamente, la edad es un factor clave en la llamada brecha digital debido a las diferencias en la exposición a la tecnología y la adopción de nuevas formas de comunicación y de trabajo. Sin embargo, como lo menciono al principio, es importante tener en cuenta que estas diferencias pueden variar según la región geográfica y otros factores socioeconómicos.
En general, la generación que ha experimentado el mayor cambio tecnológico es la llamada Generación Z, compuesta por personas nacidas a partir de mediados de la década de 1990 hasta mediados de la década de 2010. Los miembros de esta generación han crecido en un mundo digital y han estado expuestos a la tecnología desde una edad temprana, lo que les ha permitido adquirir habilidades digitales avanzadas.
Por otro lado, las personas mayores, especialmente aquellas nacidas antes de la década de 1960, pueden ser más propensas a experimentar una brecha digital debido a una menor exposición a la tecnología y una menor familiaridad con las nuevas formas de comunicación y trabajo.
Las redes sociales son un buen indicador. Las plataformas más populares entre los jóvenes incluyen Instagram, TikTok, Snapchat y Twitter. Estas plataformas son conocidas por su contenido visual, su carácter efímero y su enfoque en la interacción en tiempo real.
Por su parte, los adultos jóvenes, que pertenecen a la generación del milenio, también utilizan en gran medida las redes sociales. Aunque pueden usar las mismas plataformas que los jóvenes, también utilizan Facebook y LinkedIn para conectarse con amigos, familiares y contactos profesionales.
Las personas mayores, estas que ahora catalogamos como generación Silver, suelen utilizar Facebook y LinkedIn en mayor medida que otras redes sociales, ya que les permite conectarse con amigos y familiares y compartir noticias e historias personales. También pueden utilizar LinkedIn para establecer contactos profesionales. Es en estas plataformas, donde también suelen encontrar amistades a las que por años les habían perdido el rastro.
Lo curioso, es que si ustedes identifican el «Uh-oh!» de ICQ, una de las primeros redes sociales (un chat para ser más sensatos) creado en 1996 por la firma israelí Mirabilis, seguramente pertenecen al grupo de la generación Silver (pero es muy probable que no lo mencionen para no ser objetos de escarnio ni ser llamados chavorrucos nostálgicos). Pero sin duda, las primeras carcajadas epistolares, emergieron en esta plataforma.
Pero los Z no deberían sentirse tan cómodos, o amenazo con hablar de Hi-5 o MySpace, ambas plataformas surgidas a principios de 2000, una década que debería ser identificada como la cuna de las redes sociales. De ahí viene Facebook, fundada en 2004 (y creo que para un próximo blog, podemos hablar de las cosas que hizo bien el neoyorkino Mark Zuckerberg para haber ganado esa batalla).
Para seguir hablando de brecha generacional podríamos tocar el tema de videojuegos, teléfonos celulares y dispositivos inteligentes, computadoras e internet. En la parte profesional, podríamos hacer alusión al uso del correo, las intranets, estaciones tontas y laps ladrillos para uso en campo o sistemas de gestión como ERP o CRM (que para algunos fueron o siguen siendo dolores de cabeza al momento de tener que hacer reportes).
Son muchos ejemplos los que muestran cómo la tecnología parece hacer caducar a las personas cada vez con más velocidad. Pronto, habrá individuos que no puedan conducir un auto, hacer el súper o encender la calefacción por no poder usar nuevas tecnologías.
El gap tecnológico generacional es cosa seria, y conservaré este espacio para hablar con ustedes sobre todo aquello que lo reduzca… o lo magnifique.