Hace unos días, en un momento de relativa calma, impulsivamente me dispuse a revisar las apps de mi teléfono. Casi aborto la misión apenas empezada. Pensé en la analogía de una mudanza, nunca te das cuenta de cuántas cosas tienes guardadas, y prácticamente sin utilizar, hasta que te cambias de casa. De pronto sale tu retrato de la escuela, un balón desinflado, la artesanía que pensaste que decoraría la entrada de la casa y que nunca salió del armario, los zapatos que te gustaron mucho (cuando los compraste) pero que prácticamente no usas… en fin, para qué sigo. Lo que me queda claro, es que mudarte a una casa más grande no cambia en nada la historia, solo te da la oportunidad de acumular más cosas.
En nuestro teléfono, de igual manera, cada pantalla que desplazamos con el pulgar se convierte en una habitación más para guardar aplicaciones, y siempre que se llene una, basta tener otra aplicación para que se abra otro espacio para albergar más aplicaciones. A la vuelta de la esquina, tenemos más aplicaciones de las que realmente usamos o requerimos. Pero, aún aquellas que sí utilizamos, pensemos en servicios, redes sociales, banca, salud y actividades lúdicas siempre útil para nuestros tiempos de ocio; suelen ser tantas ya, que puede resultar abrumador.
Una solución posible para este problema de saturación (y que impacta en la eficiencia del uso de los dispositivos inteligentes) es el desarrollo de aplicaciones concentradoras o Súper Apps, las cuales están diseñadas para integrar una multiplicidad de servicios y funciones en una sola plataforma.
Éxito regional
Lo anterior significa que los desarrolladores están pensando en apps que no integren solo una función, como podría ser mensajería, redes sociales o compras en línea; por el contrario, su naturaleza sería la de un pequeños kiosko de usos y servicios múltiples, desde correos, servicios bancarios, pedidos de alimentos, redes sociales o compras en línea… todo en uno.
Las Súper Apps han ganado popularidad en Asia, pero de manera más particular, ha sido en China donde se han desarrollado con mayor éxito. Empresas como WeChat, Grab y Gojek encabezan esta lista de desarrollos asiáticos.
En México no se escucha tanto aún, pero su uso podría extenderse pronto. Un ejemplo de ello es Baz, lanzada por Grupo Salinas y en la cual los usuarios pueden ver contenido de streaming, reproducir música, administrar negocios, pagar servicios en línea y hasta participar en una red social.
Las Súper Apps podrán ser empleadas para simplificar y centralizar la vida digital de las personas, y representa una solución integral en la que convivirán actividades de ocio y entretenimiento, servicios financieros, comunicación, comercio electrónico y lo que aparezca en el futuro. En teoría, podrían ahorrar mucho tiempo a los usuarios, además de brindarles una experiencia diferente, en la que el usuario no tenga que ir y venir entre aplicaciones.
Las Súper Apps pueden combinar servicios de terceros en una sola plataforma, y podrían incluso convertirse en una especie de hub de servicios de diversas aplicaciones. Pensemos en un agente de viaje, que lo que busca es un destino para sus clientes, ofreciendo la mejor opción de línea aérea, de entretenimiento, de hospedaje o de alimentación. Su función, es entregar una solución llave en mano basada en lo que el cliente necesita, sin tener que perderse en la búsqueda entre las opciones.
Un beneficio podría ser la personalización, pues una aplicación integral, al conocer las tendencias de compra, de uso o de hábitos del usuario, podría ir adecuando sus funcionalidades o servicio, prácticamente anticipándose a sus necesidades.
El secreto de estas herramientas será sin duda trabajar bajo plataformas abiertas, que permitan que los desarrolladores de terceros integren sus servicios en la plataforma, ampliando la funcionalidad; y esto es lo que las hará proliferar.
La clave de su expansión
En entrevista con Netguru, Fardad Zand, líder de estrategia de Careem, una Súper App con sede en Dubái, consideró que el éxito de estas herramientas de software descansa en tres razones:
“Una es si se trata de una región móvil primero. Estas son regiones que pasaron de no tener teléfono a un teléfono inteligente en el lapso de unos pocos años. Otra razón es si una región está centrada en el producto o en el ecosistema. En Occidente, ven un producto como una combinación de diferentes características. En el este, particularmente en el sudeste asiático, piensan de una manera más holística y ecosistémica. Se trata de la interacción entre diferentes productos en lugar de uno solo. El tercer factor es cuán madura es la industria. En algunas regiones, verá plataformas o servicios de primer nivel, llamados asesinos de categorías. Estas son marcas en las que piensas inmediatamente cuando alguien dice «supermercado» o «procesador de pagos». En el Medio Oriente, no siempre hay un solo servicio que viene a la mente cuando se piensa en comestibles o servicios a domicilio. Esto deja una ventana de oportunidad para las Súper Apps.
En América Latina, la colombiana Rappi ya superó los 30 millones de usuarios activos al mes, tres veces mes lo ya alcanzado por la mexicana Baz; sin embargo, aún palidece a lado de la WeChat, que superó hace tiempo los mil millones. Pero este crecimiento podría acelerarse en esta región del mundo en la medida que los usuarios perciban mejor la conveniencia de estas herramientas..
En México las Súper Apps seguirán enfrentando retos, como el desarrollo de aplicaciones especializadas que ya están muy bien establecidas en el mercado. Por otro lado, está el tema de la infraestructura de internet, pues si bien en las ciudades no parece haber problema alguno, aún existen localidades en el país con muchas deficiencias de conexión.
Para los desarrolladores de estas aplicaciones, el convencimiento de emplear una única herramienta que integre muchos servicios va a requerir de una estrategia de marketing agresiva, algo que tal vez grupo Salinas pueda hacer, pero no todos podrían tener esos recursos. También tenemos que pensar en generar la confianza en estas aplicaciones, y asegurar que serán una plataforma segura, sobre todo para actividades transaccionales, como el comercio electrónico, la banca y el pago de servicios.
Pero todo es cuestión de tiempo, tal vez todavía no haya mucho por ahora en el mercado, pero estoy seguro de que en México las Súper Apps comenzarán a ganar terreno y los usuarios nos comenzaremos a acostumbrar a ellas. Lo ideal, es que nuestros teléfonos ya no estén repletos de iconitos, y se conviertan en dispositivos cada vez más eficientes y funcionales.