Sé que he escrito ya algunas cosas sobre diversos avances y aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo tecnológico. Sin embargo, es claro que hay mucha tela de donde cortar y no quise dejar pasar un aspecto de estas nuevas tecnologías que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, algo que nos enfrenta a modelos analíticos y a la IA todos los días, cuando nos vamos de compras.
La analítica avanzada ha sido un pilar fundamental para las estrategias empresariales durante años, pero la llegada de la Inteligencia Artificial ha llevado esta capacidad de análisis a un nivel completamente nuevo.
Para diferenciar una cosa de otra, a mí me gusta pensar en la analítica avanzada como un detective perspicaz que examina pistas y patrones para descubrir secretos ocultos. Pero hasta ese punto, nuestro Sherlock no aprende y tiene que entregar su información a un grupo de expertos para que entienda “qué pasó con el muerto” y determine una nueva línea de investigación para dar con el culpable. Al dotarlo con la capacidad de aprender por sí mismo, adaptarse y tomar decisiones de manera autónoma, seguramente nuestro detective, volverá con el criminal esposado y hasta con la condena fincada.
Ya que hablamos de personajes de ficción, pensemos en Netflix, que nadie duda hoy que revolucionó la manera en que consumimos contenido audiovisual. Mientras que la analítica avanzada ya desempeñaba un papel crucial en la personalización de las recomendaciones de películas y programas de televisión, la Inteligencia Artificial ha llevado esta experiencia a un nivel asombroso.
Los algoritmos de IA de Netflix son capaces de analizar los hábitos de visualización, las preferencias y los patrones de comportamiento de los usuarios de manera más profunda y precisa. El resultado: recomendaciones aún más personalizadas, con usuarios satisfechos y comprometidos
¿Compras o ventas inteligentes?
Una intensa revolución está ocurriendo en nuestras tiendas favoritas. No es un secreto que Starbucks, por ejemplo, ha utilizado analítica avanzada para optimizar sus ubicaciones y estrategias de inventario. Sin embargo, la Inteligencia Artificial puede llevar esta optimización a un nivel superior.
Al combinar sistemas de visión y algoritmos de IA, Starbucks no solo puede identificar las ubicaciones más prometedoras para nuevas tiendas, sino también adaptar la oferta de productos y diseñar cada establecimiento de manera que satisfagan las preferencias específicas de cada ubicación. Entonces utilizaríamos la frase, “dime cómo es tu Starbucks y te diré donde vives”.
La magia de la Inteligencia Artificial en sistemas de visión radica en su capacidad para «ver» y «entender» el mundo tal como lo hacemos las personas (bueno, nosotros los programamos así, tema para otro blog). La IA puede entonces analizar imágenes y videos para identificar objetos, reconocer patrones faciales y entender un contexto determinado. Esto es en sí mismo una herramienta sólida para la mercadotecnia y la publicidad, ya que las empresas pueden utilizarla para comprender cómo los clientes interactúan con sus productos y servicios en la vida real.
Al cliente lo que pid… piense
Por ejemplo, con IA aplicada a sistemas de visión, una empresa de productos de belleza sería capaz de analizar imágenes y videos de los clientes utilizando sus productos. Podría por ejemplo identificar expresiones faciales de satisfacción, descubrir qué productos se utilizan en combinación y comprender cómo los clientes utilizan o se aplican los productos. Esta información sería muy valiosa y podría guiar las estrategias de marketing, para crear campañas más efectivas y desarrollar productos que se ajusten mejor a las necesidades y deseos de los clientes.
La inteligencia artificial aplicada a sistemas de visión ha sido objeto de numerosos estudios y aplicaciones en el ámbito de las experiencias del consumidor y tienen que ver con aspectos como reconocimiento de productos, realidad aumentada y virtual, personalización y recomendaciones, análisis de sentimiento y emociones, interacción natural, automatización de tareas y hasta prevención de fraudes.
La Inteligencia Artificial aplicada y combinada con tecnologías determinadas, como los sistemas de visión abrirán la puerta a una evolución significativa de la analítica avanzada, lo que permitirá que las empresas se adentren aún más en la mente y el comportamiento de sus clientes.
Netflix y Starbucks, son claros ejemplos de cómo la IA puede cambiar la forma en que se toman decisiones en mercadotecnia y publicidad. En un mundo cada vez más orientado a los datos, la capacidad de la IA para analizar y comprender el comportamiento del consumidor se convierte en una herramienta esencial. Así que cuando vayamos de compra, será mejor portarnos bien, pues seguro que “nos están vigilando”.