La gestión de datos en las empresas puede ser un terreno minado si no se comprende su complejidad. La información puede resultar muy engañosa. El papel de expertos en tecnologías de la información y manejo de datos es crucial para evitar decisiones catastróficas.
Por: Blanca Córdova & Jhonattan Paz
Mucho escuchamos en nuestros días la letanía de que los datos se han convertido en el activo más valioso de una empresa. Desde identificar a los prospectos que navegan en tu sitio web, hasta poder colocar alguno de los productos con una estrategia de marketing personalizada, la información está en el centro de las decisiones de todo directivo de empresa. Sin embargo, a pesar de contar con abundante información, la gestión adecuada de los datos sigue siendo un desafío.
Los datos, por sí solos, no revelan la verdad absoluta. Se trata de una realidad que muchos líderes empresariales aprenden de la manera más difícil. A menudo, los directivos confían ciegamente en los números sin cuestionar su veracidad o relevancia. Sin embargo, como advierten ya algunos estudios académicos, las decisiones empresariales basadas únicamente en datos pueden ser peligrosas si no se tiene en cuenta el contexto y la interpretación adecuada.
Los datos pueden ser engañosos por varias razones. En primer lugar, pueden estar incompletos o sesgados, lo que lleva a conclusiones incorrectas. Por ejemplo, si un pasajero tuvo una mala experiencia al viajar con alguna aerolínea de su elección, donde tuvo un incidente asociado a la pérdida de su equipaje, inicia un trámite de reclamo de dicho equipaje pero, al mismo tiempo, le llega una invitación a través de otro medio de comunicación de la misma empresa para ofertar su siguiente viaje, el momento y el contexto es clave aquí, muy diferente sería que la aerolínea pudiera ofrecer un servicio en línea directa con el cliente afectado y en lugar en ofrecer nuevos viajes, recompensar al cliente y ofrecer algún tipo de beneficio por el mal momento que está pasando.
Además, los datos pueden interpretarse de diferentes maneras según el contexto y los supuestos subyacentes. Lo que puede parecer una tendencia clara en un momento dado podría desvanecerse cuando se examina más de cerca.
Intento fallido en la gestión de los datos
Contar con plataformas tecnológicas que gestionen los datos de manera adecuada es fundamental para el éxito empresarial en la era digital. Sin embargo, muchas empresas luchan por implementar una estrategia efectiva de gestión de datos. No es raro leer en medios especializados sobre los problemas que las organizaciones enfrentan para establecer una estrategia clara para la gestión y uso de los datos.
Peor aún, muchas veces desconocen qué información cumple con los controles de calidad óptimos para su explotación. Esto deja a las empresas vulnerables para tomar decisiones erróneas basadas en interpretaciones incorrectas de los datos.
Una de las principales razones detrás de esta falta de gestión efectiva es la falta de una cultura del dato. Sucede que los tomadores de decisiones no comprenden completamente el valor de los datos o cómo utilizarlos de manera efectiva en sus análisis; lo cual se agrava porque desdeñan invertir en tecnología y talento especializado el estudio de datos porque consideran que lo que tienen a la vista es “suficiente”. Esto da como resultado que, de manera inconsciente, obstaculicen los esfuerzos de la empresa para aprovechar al máximo su información.
Un cambio tecnológico o social repentino y una reacción inadecuada pueden acabar con cualquiera de las compañías “indestructibles”, de eso no tenemos ninguna duda, existen muchos ejemplos de empresas que tuvieron que vivir ese trago amargo, otras más lograron adaptarse y finalmente, algunas desaparecieron.
Las consecuencias de una mala gestión de datos pueden ser muy graves para las empresas, tanto en términos financieros como operativos. Algunas de las consecuencias más comunes son:
Decisiones estratégicas erróneas: Si las decisiones se basan en datos incorrectos o incompletos, es probable que sean erróneas y lleven a pérdidas económicas, pérdida de clientes o incluso en daño a la reputación de la empresa.
Ineficiencia operativa: La mala calidad de los datos puede dificultar o imposibilitar la realización de tareas básicas, como la atención al cliente, la facturación o el inventario. Esto puede provocar retrasos, errores y un aumento de los costes.
Pérdida de oportunidades: Si no se dispone de datos precisos sobre los clientes o el mercado, es posible que se pierdan oportunidades de negocio. Por ejemplo, una empresa puede no ser capaz de identificar a nuevos clientes potenciales o de desarrollar productos y servicios que satisfagan las necesidades de sus clientes.
Cumplimiento regulatorio. Las empresas que no gestionan sus datos de forma adecuada pueden estar infringiendo las leyes y normativas sobre protección de datos. Esto puede dar lugar a multas y sanciones, e incluso a daños a la reputación de la empresa.
Daño a la reputación: Si los clientes descubren que sus datos no se gestionan de forma segura o confidencial, pueden perder la confianza en la empresa. Esto puede provocar una pérdida de clientes y una disminución de las ventas.
Además de estas consecuencias, una mala gestión de datos también puede:
- Dificultar la colaboración entre las diferentes áreas de la empresa.
- Obstaculizar la innovación.
- Reducir la productividad de los empleados
Que no nos mientan
Para evitar caer en la trampa de los datos engañosos, es fundamental implementar prácticas sólidas de gestión de datos en la empresa. Una gestión adecuada de los datos es esencial para el éxito de cualquier empresa, ya que permite tomar mejores decisiones, mejorar la eficiencia operativa, identificar nuevas oportunidades de negocio y cumplir con las leyes y normativas.
Existen muchas maneras de mejorar la gestión de datos, pero algunos de los pasos más importantes son:
- Definir una estrategia de datos: La estrategia de datos debe definir los objetivos de la empresa en materia de datos, así como las formas de alcanzarlos.
- Implementar un programa de gobierno de datos: El programa de gobierno de datos debe establecer las políticas y procedimientos para la gestión de datos, como la forma de recopilar, almacenar y utilizar los datos.
- Invertir en herramientas de gestión de datos: Existen muchas herramientas de gestión de datos que pueden ayudar a las empresas a automatizar tareas, mejorar la calidad de los datos y obtener información de sus datos.
- Formar a los empleados en materia de gestión de datos (Cultura del Dato): Los empleados deben estar formados sobre la importancia de la gestión de datos y sobre cómo utilizar los datos de forma responsable.
- pueden ayudar a las empresas a mejorar su competitividad y su éxito a largo plazo.
Para quienes trabajamos en esta industria, sabemos que los datos pueden ser el diferenciador clave que buscan las grandes corporaciones para la toma de decisiones, pero solo si se interpretan de manera correcta y oportuna.
Sin dejar de mencionar, que la gestión de datos es un proceso continuo que requiere una inversión constante de tiempo y recursos. Sin embargo, los beneficios de una buena gestión de datos son considerables y pueden ayudar a las empresas a mejorar su competitividad y su éxito a largo plazo.
Muchos directivos, al tener vasta información en sus diferentes sistemas almacenes de datos (DWH, Data lake o Lakehouse) caen en la trampa de creer que tienen lo necesario para tomar una decisión. Y, hasta sonríen al hacerlo. Sin embargo, las muecas de terror vienen después porque desconocían que su lectura no era la correcta. La información, como una piedra preciosa, es necesario revisarla desde todas las aristas posibles y con tantos tonos de luz como sea necesario. Solo así, los datos valdrán su peso en oro.